Prepararse con mucha antelación, desplazarse al trabajo, estar sentado en un escritorio durante horas… si todo eso te parece difícil, ¡imagínate lo que es tu comida! Mantener una ensalada crujiente y fresca desde la preparación de la comida del fin de semana hasta el almuerzo de entre semana no es tarea fácil. Pero es posible. Aquí tienes algunos consejos para preparar la comida de la oficina de forma que se mantenga fresca y feliz (y te ayude a ti a hacer lo mismo):

  1. Empaquétalo al revés
    Las mejores ensaladas tienen una buena mezcla de ingredientes pesados (cereales, huevos duros, judías, verduras cortadas en tiras y en trocitos) y verduras delicadas y crujientes. Para evitar que las verduras tiernas se marchiten y se magullen, empaqueta la ensalada al revés: Pon las cosas más pesadas en el fondo del recipiente, y luego coloca las verduras encima. Asegúrate de mantener el recipiente en posición vertical durante el transporte y, cuando llegue la hora de comer, vierte el contenido en un bol grande, remueve y aliña.
  2. Guarda el aliño por separado
    Los aliños y las vinagretas dan vida a las ensaladas, pero sólo si las hojas se aliñan justo antes de servirlas. Los aceites y los ácidos marchitan las verduras con el tiempo, lo que significa que si quieres mantenerlas vivas, tienes que guardar los aliños por separado. Guárdalos en pequeños recipientes herméticamente cerrados o en mini tarros de mermelada, y espera a sentarte a comer para rociarlos. La misma regla se aplica a los complementos como los corazones de alcachofa marinados y el atún en aceite: Mantenlos alejados de las verduras hasta el momento de comer.
  3. Coloca una toalla de papel húmeda
    Una vez que hayas empaquetado la ensalada (boca abajo, por supuesto), moja una toalla de papel bajo el grifo de agua fría. Escúrrela hasta que esté apenas húmeda, desarrúgala y colócala sobre las verduras antes de tapar el recipiente. La toalla húmeda cumple la misma función que los nebulizadores de la sección de frutas y verduras del supermercado: Un poco de humedad fresca ayuda a mantener las verduras hidratadas y crujientes, no secas y caídas.
  4. Mantenla fría
    Si tienes frigorífico en tu lugar de trabajo, mete la ensalada en él inmediatamente. (Cuanto menos tiempo pase la ensalada a temperatura ambiente, menos posibilidades habrá de que se marchite.
  5. Termínela el mismo día
    Si te gusta preparar todas las comidas a la vez, puedes hacerlo con una ensalada. Hay que tener en cuenta una cosa: cuando vayas a preparar la ensalada, añade todos los ingredientes más pesados y resistentes, como judías verdes, patatas cocidas, aceitunas, tomates cherry y huevos en mermelada, o salmón a la plancha, higos picados y nueces tostadas. Cada día, añade una cucharada grande de toppers a un recipiente con tus verduras justo antes de salir de casa. Mantener los ingredientes separados durante el mayor tiempo posible ayuda a conservar las verduras crujientes y deliciosas.