A todos nos encantan los aguacates, y especialmente en verano, ¡son las frutas favoritas de todos! El fruto del aguacate es sencillamente delicioso e irresistible, y este alimento puede incorporarse fácilmente a su dieta diaria, ya sea solo o como condimento único.
Sin embargo, ¡probablemente pocos de ustedes sabían que pueden plantar y cultivar su propio aguacate en casa!
Por lo tanto, la próxima vez que lo cortes en rodajas para una ensalada o prepares deliciosos guacamoles, recuerda no tirar la semilla, ya que la necesitarás para cultivar tus propios aguacateros.
Sin embargo, los habitantes de zonas soleadas y cálidas pueden disfrutar a menudo de estos frutos, pero como las heladas y el frío pueden destruirlos fácilmente, los jardineros del norte deben seguir algunos consejos importantes para cultivarlos en casa.
En primer lugar, extraiga la semilla, separando el hueso de la pulpa del aguacate con cuidado. Lávelo o sumerja el hueso en agua durante varios minutos y frótelo para eliminar todos los restos. Sin embargo, ten en cuenta que debes conservar la cubierta de la semilla, es decir, la piel marrón del hueso.
A continuación, pínchalo. Todos los huesos de aguacate tienen dos extremos, su parte superior, es decir, el extremo desde el que crece el brote, y su parte inferior, desde donde crecen las raíces. El superior es el extremo que es un poco más puntiagudo, y el más plano es el inferior.
Para estimularlo a brotar, debes poner la parte inferior en un poco de agua. Por lo tanto, es importante determinar qué extremo es el inferior antes de perforar el hueso.
Después de sumergirlo en agua, introduce firmemente unos palillos. Para dejar en remojo una mayor parte de la base del aguacate, debes clavar los palillos apuntando hacia abajo.
A continuación, hay que dejar germinar la semilla durante 3-6 semanas. Pasado este tiempo, notarás que sale un brote de la parte superior, así como raíces en la base.
En cuanto el tallo haya crecido unos 5-6 centímetros, pellizca el conjunto superior de hojas, y en unas semanas, puedes esperar tener hojas nuevas y no más raíces.
Al cabo de un tiempo, la cola del brote medirá unos 15-20 cm, y tendrás que recortarla por la mitad para estimular un nuevo crecimiento.
Ahora, coge una maceta grande (por ejemplo, de 8″ a 10″ de diámetro) y coloca un poco de tierra enriquecida a unos dos centímetros de la parte superior de la maceta.
Coloca la semilla en una pequeña depresión que harás en el centro, pero con la raíz hacia abajo. Para regar la semilla, riega generosamente la tierra, ya que debe estar muy húmeda.