Reconocida entre mil, la orquídea es una planta de origen tropical que se distingue por sus espectaculares flores de diversos colores, que van del blanco al rosa, pasando por el malva, el azul, el amarillo y el naranja. Su toque elegante y su encanto exótico la convierten en una de las plantas de interior más buscadas y populares. Algunos incluso dicen que aporta magia al hogar. Personificada como « la planta de la seducción », según los principios de la filosofía Feng Shui, la orquídea representa por sí sola el amor, la alegría, la audacia, la fertilidad, la belleza, la pureza y la esperanza.
Luz
La ubicación es crucial. Para florecer correctamente, esta planta exótica necesita mucha luz. A la orquídea le gusta la luz intensa, pero no la luz solar directa. Por lo tanto, lo ideal es instalarla cerca de una ventana. Si la exposición es hacia el sur, necesitará una cortina para filtrar los rayos UV. También encontrará un lugar privilegiado en el cuarto de baño, donde el calor y la humedad se funden.

Calor
Como flores tropicales que son, a las orquídeas les encanta el calor. En primavera y verano puede tenerlas al aire libre en el balcón o la terraza, siempre que la temperatura nocturna no descienda por debajo de los 15°C. El resto del año, siempre es mejor mantener las orquídeas en el interior, cerca de una ventana y nunca cerca de una fuente directa de calor, como una chimenea o un radiador. También es importante que las orquídeas estén en un lugar bien ventilado y con circulación de aire.

Si vives en un piso, acostúmbrate a abrir las ventanas o a encender un ventilador en verano, cuando hace mucho calor.

agua y humedad

La cantidad de agua que necesita una orquídea suele depender de la variedad, la estación y la temperatura. Normalmente, las orquídeas se riegan dos o tres veces por semana, pero en algunos casos también se puede regar la planta una vez cada quince días. El secreto está en comprobar siempre el estado de la tierra; cuando está demasiado seca, hay que regar la planta.

También es eficaz utilizar una maceta transparente, que permite controlar mejor el estado de humedad de la planta. Tenga en cuenta que la mejor forma de regarla es por inmersión: la maceta debe sumergirse en agua hasta 3/4 de su altura. Déjala así durante unos minutos para que la planta absorba toda el agua que necesita. Pequeño consejo: si nota que la maceta está más ligera de lo habitual, ¡no espere y riegue sus orquídeas!

En verano puede utilizar un aspersor para regar sus orquídeas, pero debe tener cuidado de que no caiga demasiada agua entre las hojas y las flores. Si la humedad en su casa es normalmente inferior al 40%, utilice el método de la botella pulverizadora para regar sus orquídeas todos los días. Si su casa es muy húmeda (más del 60%), sus flores pueden desarrollar moho. Lo mejor sigue siendo utilizar un deshumidificador.

De usted depende aprender a dosificar correctamente la cantidad de agua para evitar que las orquídeas se marchiten.

abono
La orquídea no es muy exigente; se contenta con abono líquido una vez al mes. Excepto cuando está en plena floración o en periodo de crecimiento: en este caso es necesario un aporte cada 15 días para favorecer el desarrollo de flores sanas y duraderas. Después de abonar la planta, no debe regarla durante al menos 24 horas, ya que de lo contrario el abono podría diluirse y ser menos eficaz.

Los mejores abonos para orquídeas son los basados en nitrógeno, que fortalecen las raíces y las hojas.

Proteger las orquídeas de las enfermedades

Como la mayoría de las plantas, las orquídeas son flores susceptibles de sufrir infecciones bacterianas o por moho. En el caso de la cochinilla, el mejor remedio es eliminar las hojas infectadas cortándolas con tijeras.

También puedes optar por una solución repelente natural como el jabón de Marsella mezclado con un poco de agua. Basta con rociar la planta con un pulverizador para controlar esta molesta plaga.

Además de garantizar un nivel de humedad óptimo, también puede utilizar un remedio a base de bicarbonato de sodio y agua: pulverizando este remedio sobre la planta, combatirá el moho y ahuyentará a los indeseables.

Nota: comprueba siempre que la tierra no esté demasiado húmeda y que las hojas estén limpias y secas. Si están manchadas, hay que cortarlas.

Suelo
La mejor tierra para las orquídeas es la que favorece un drenaje rápido. Por eso es preferible elegir productos a base de corteza o esfagno, que proporcionan a esta planta una base sólida y nutritiva para desarrollarse. Tenga siempre cuidado al regar la tierra.

Recuerde: la orquídea necesita un riego en tiempo seco y un trasplante cada dos años. No soporta el exceso de riego, las quemaduras solares ni las corrientes de aire frío. Tenga cuidado con los pulgones, las cochinillas y los ácaros, que suelen debilitarla mucho.