Basta con coger unas cáscaras de plátano y una botella de agua para hacer algo impensable: probarlo ahora.

Un truco muy sencillo que utiliza cáscaras de plátano como ingrediente principal y una clásica botella de agua. Las propiedades de este residuo orgánico son numerosas, por lo que nunca se debe tirar a la basura. El consejo que explican los expertos se utiliza mejor en primavera o verano, pero sin duda es muy útil en invierno también. ¿Cómo se hace y para qué sirve? Aclaremos un poco las cosas.

Los beneficios de la cáscara de plátano
Las cáscaras de plátano son residuos orgánicos, muchas veces desechados junto con los residuos orgánicos sin darles una segunda vida. Nunca se deben tirar a la basura sino reutilizar, aunque su olor no sea precisamente agradable.

En la mayoría de los casos se utilizan como fertilizante para las plantas, siendo naturales y con mayor contenido en minerales y vitaminas. Ayuda a las plantas a nutrirse e hidratarse, facilitando el crecimiento y la floración.

Las principales propiedades son la acción antimicrobiana y antiinflamatoria, que debe aprovecharse para la jardinería y el bienestar, así como para el maquillaje utilizado por los expertos. No sólo eso, pocos saben que también pueden ser excelentes para reducir la sensación de ardor por las picaduras de algunos insectos.

Una simple aplicación y presión sobre la zona afectada favorece una rápida curación con una acción calmante natural. Rica en minerales esenciales, la cáscara también se utiliza a menudo como ingrediente en mascarillas faciales y capilares. Una dosis natural de este residuo orgánico para cada necesidad.

Cáscaras de plátano: el método del experto
Como ya hemos mencionado, este residuo orgánico es definitivamente un paquete con varios usos. En primavera y verano, el producto también se puede utilizar como repelente de mosquitos y plagas.

El método casero es ciertamente interesante y muy fácil de preparar. Los ingredientes son los siguientes:

400 ml de agua;
Vinagre de vino o vinagre de manzana 200 ml;
Azúcar 200 gramos;
1 cáscara de plátano;
Botella de agua de 2 litros.

Procede cortando la botella de plástico por la mitad con unas tijeras o un cúter. Es una operación delicada, que no deben realizar los niños y en todo caso con el máximo cuidado.

Coge un bol para mezclar el vinagre y el agua, añade el azúcar y mezcla hasta que se combinen todos los ingredientes. Vierte la mezcla en la mitad de la botella de plástico y agrega la cáscara de plátano al final.

A las moscas y los mosquitos no les gusta el olor, pero al mismo tiempo les gusta el azúcar que contiene la mezcla. Un repelente de insectos natural que mantendrá alejados a los insectos y mantendrá tu hogar libre de invitados no deseados. El frasco se puede colocar en cualquier rincón de la casa, repitiendo la operación una vez cada dos días.