Uno de los muchos mitos y creencias es que dejar un paraguas abierto en casa trae mala suerte.

¿Por qué da mala suerte dejar un paraguas abierto en casa?
La mayoría de las supersticiones tienen un origen ancestral. Esto explica por qué su significado original se ha ido desvaneciendo con el paso de los años. Pero, ¿cuál es el origen de las supersticiones?

Surgieron en tiempos antiguos de ignorancia. Sin embargo, las personas han buscado constantemente explicaciones racionales a los fenómenos que observan.

Una de estas supersticiones es el mito del paraguas. ¿Por qué la gente cree que abrir un paraguas en casa trae mala suerte?

Los orígenes de la superstición del paraguas

Abrir un paraguas dentro de casa se considera una fuente de mala suerte, y es una creencia arraigada entre las personas especialmente supersticiosas.

Los orígenes de esta creencia se remontan a la época romana. Sin embargo, a lo largo de los siglos esta superstición ha evolucionado en diversas formas. Para comprender bien sus orígenes, debemos adentrarnos en la historia de la antigua Roma.

En aquellos lejanos tiempos, la gente utilizaba sombrillas durante el día para protegerse del calor del sol. Es importante destacar que estos paraguas eran muy diferentes de los actuales, tanto en materiales como en diseño.

Sin embargo, el uso de este objeto para protegerse del sol era tolerado por el dios Apolo, la deidad solar honrada en la época.

Abrir un paraguas dentro de casa se consideraba una grave ofensa al propio dios, ya que no había justificación para utilizarlo en interiores.

Una creencia similar prevalecía entre los antiguos egipcios, donde el dios Ra autorizaba el uso de paraguas como protección contra el calor y el sol en el exterior. Pero su uso dentro del hogar estaba severamente castigado.

A lo largo de los siglos, la superstición asociada al paraguas siguió vigente incluso en la Edad Media. En aquella época, el paraguas se utilizaba principalmente para protegerse de la lluvia.

Sin embargo, su diseño evolucionó hacia una estructura más rígida, y el material del que está hecho se hizo más robusto. En resumen, el paraguas adquirió una forma casi idéntica a la que conocemos hoy.

¿Sigue siendo válida esta creencia?

El paraguas se abría en el interior de la casa cuando el tejado resultaba dañado y no había recursos suficientes para llevar a cabo las reparaciones necesarias. Es un signo de pobreza en el hogar.

También hay que recordar que está totalmente desaconsejado regalar un paraguas, ¡sobre todo si es negro!