La planta Padre Pío (Zamioculcas) es una excelente variedad de interior fácil de cultivar. Le gustan los lugares con buena exposición al sol, siempre que no entre en contacto directo con la luz solar, que también puede provocar quemaduras en las hojas. También se adapta fácilmente a zonas más o menos oscuras. En presencia de poca luz, sin embargo, la planta crecerá muy lentamente. Tolera muy bien las temperaturas altas, en torno a los 30°C, pero no le gustan las temperaturas cercanas o inferiores a los 15°C. La temperatura óptima para esta planta es de 18 a 26 grados.
Mapa del Padre Pío
La planta puede colocarse en el exterior en primavera, pero sólo en una zona de semisombra. En otoño, debe colocarse en un lugar resguardado, ya que sufre especialmente el frío. Para evitar que sufra durante el invierno, sería aconsejable colocar la planta del Padre Pío cerca de una ventana o en un lugar muy luminoso.
Si riega así la planta del Padre Pío, se pudrirá: ¡aquí le explicamos cómo hacerlo bien!
Mapa del Padre Pío
El riego de esta planta depende de su exposición al sol. Si la planta se encuentra en lugares luminosos y cálidos, debe regarse con regularidad, dejando que el sustrato se seque entre riego y riego. En caso contrario, el riego debe ser menos regular, con algunos días más entre un riego y el siguiente. La tierra de la planta del Padre Pío debe mantenerse siempre húmeda, para garantizar el correcto desarrollo de la planta. El estancamiento de agua, nada apreciado por esta variedad, debe sin duda controlarse. En caso de estancamiento de agua, por desgracia, las raíces podrían pudrirse, con consecuencias muy perjudiciales para la planta. En cambio, si hay muy poca agua, las hojas pueden amarillear y caerse.
Además, entre marzo y octubre, es aconsejable añadir un abono adecuado una vez cada 20 días.
Planta del Padre Pío: no necesita poda y es resistente a las enfermedades
Plano de la planta del Padre Pío
La planta del Padre Pío no necesita poda; sólo es necesario eliminar las partes secas o dañadas. Esta planta puede reproducirse tanto por división como por esquejes. La división se realiza extrayendo los rizomas de las plantas adultas y enterrándolos. Esta operación es lenta, dadas las características de crecimiento de la planta. La división por esquejes se realiza cortando las hojas de la planta y enterrándolas en una maceta con turba y arena. La maceta debe colocarse en un lugar luminoso y la tierra debe mantenerse húmeda. Una vez que las nuevas hojas salgan de la tierra, habrá que esperar hasta la primavera siguiente para que las plantas se desarrollen.
La ventaja de esta planta es que es especialmente resistente a las enfermedades y las plagas. Las enfermedades se deben principalmente a un riego irregular. De hecho, si es excesivo, puede provocar el amarilleamiento de las hojas; si, por el contrario, el sustrato no ofrece un excelente drenaje, el agua estancada puede pudrir las raíces y dañar toda la planta.