Basta con un pequeño espacio exterior para cultivar perejil en macetas y tener siempre a mano esta hierba aromática.
Con su hermoso color verde brillante, el perejil es uno de los ingredientes típicos de la cocina mediterránea: una hierba aromática capaz de añadir sabor a cualquier plato, también es ampliamente explotada por sus beneficios. Por ejemplo, contiene un aceite esencial que estimula la secreción de jugos gástricos, facilitando la digestión incluso después de una comida copiosa. En resumen, el perejil es un aliado inestimable en cualquier situación: ¿por qué no tener un poco en su balcón? A continuación te explicamos cómo cultivar perejil en una maceta para tenerlo siempre disponible, fresco y sin hacer kilómetros.
Perejil, características de la planta
El perejil ocupa un lugar de honor entre las muchas hierbas aromáticas que utilizamos en nuestra cocina. Basta un pequeño manojo para aromatizar cualquier plato y hacerlo especial, dándole no sólo un sabor inconfundible, sino también muchas propiedades beneficiosas -incluidas las digestivas, como ya hemos visto-. El perejil (Petroselinum crispum) es una planta bienal que pertenece a la familia de las Apiáceas, a la que pertenecen otros muchos ingredientes valiosos como la zanahoria, el apio, la chirivía y el hinojo. Originaria de las regiones mediterráneas, crece espontáneamente en bosques y prados: en apariencia, tiene una raíz robusta y hojas triangulares con bordes dentados, mientras que las flores son blancas o ligeramente azules, agrupadas formando pequeñas umbelas. El cultivo del perejil no es especialmente exigente, siempre que se tomen algunas precauciones: por ejemplo, esta planta es especialmente sensible al frío y al calor intensos, y crece mejor donde el clima es templado (en Italia, en general, no hay problemas). Por tanto, el lugar ideal para plantarla es fresco y alejado de la luz solar directa (al menos durante el verano), a ser posible en regiones donde los inviernos sean bastante cortos y nunca demasiado rigurosos. Cuando empiece a hacer más frío, puede optar por colocar la planta en el interior, quizá en el alféizar de una ventana para darle la luz necesaria. Alternativamente, si tienes que dejarla en el balcón, cubre la tierra con hojas secas o un poco de paja para proteger las raíces de las bajas temperaturas.
Cómo plantar perejil
Si tienes un balcón o una terraza pequeña, puedes cultivar sin problemas tu propio perejil en macetas. Es una planta que se adapta bien incluso a los espacios más pequeños porque no crece demasiado. Pero, ¿cómo hacerlo? En primer lugar, tienes que preparar todo lo necesario para la siembra. Consigue una maceta de al menos 20 cm de diámetro (en ella pueden crecer hasta tres plantas pequeñas), eligiendo una alta: las raíces del perejil crecen en profundidad y necesitan espacio. En cuanto al suelo, esta hierba aromática no tiene requisitos especiales. Puedes comprar tierra vegetal y mezclarla con un poco de arena. Mejor aún si añades una capa de arcilla expandida en el fondo de la maceta para favorecer un buen drenaje del agua: así evitarás el riesgo de estancamiento del agua, una de las principales causas del marchitamiento de la planta (cuando esto ocurre, de hecho, es probable que el agua haya podrido las raíces). Cuando la maceta esté lista, puedes sembrar el perejil. ¿Cuándo hacerlo? En realidad no hay mejor momento, sólo hay que asegurarse de que las temperaturas nunca desciendan por debajo de 14° / 15° C (ni siquiera por la noche): es aconsejable hacerlo entre marzo y octubre en las regiones cálidas, mientras que la ventana temporal es ligeramente más estrecha en los lugares más fríos. Veamos ahora cómo plantar perejil. Afloja un poco la tierra y esparce las semillas uniformemente por toda la tierra que tengas. A continuación, cúbrelas con una fina capa de tierra, humedécela y coloca la maceta a la luz directa del sol. Si quieres acelerar un poco el proceso, deja que las semillas germinen primero en el interior, utilizando técnicas como germinar sobre algodón o papel absorbente, y luego colócalas en la tierra, siguiendo el mismo procedimiento anterior. También puedes comprar una planta de perejil ya crecida y trasplantarla a tu maceta. En este caso, se trata de plantar: este procedimiento también debe llevarse a cabo cuando las temperaturas ya no sean inferiores a 15°C, es decir, generalmente desde primavera hasta finales de otoño. Todo lo que tienes que hacer es cavar un pequeño agujero en la tierra, colocar la planta en él y después compactarlo todo con las manos. Y ahora que ya has plantado el perejil, sólo tienes que esperar a que se desarrolle.