Nunca lo habría imaginado. Limpiar el exterior de las persianas nunca ha sido tan fácil. Las persianas son un elemento esencial en muchos hogares, ya que nos protegen del sol, el frío, el ruido y las miradas indiscretas. Sin embargo, también son una fuente de suciedad y polvo que se acumula con el tiempo y puede comprometer nuestra salud y la estética de nuestro hogar. Por eso es importante limpiarlas con regularidad, tanto por dentro como por fuera. Y para esto último, te enumeramos los pasos a seguir para que no te resulte difícil hacerlo y el resultado sea el mejor de todos.
Limpiar el exterior de las persianas nunca ha sido tan fácil.
El polvo generado en el exterior, la contaminación y la lluvia afectan negativamente a nuestras persianas, especialmente a las exteriores. Entonces, ¿cómo abordar la tarea de mantenerlas impecables? Y la pregunta aún más difícil: ¿cómo limpiar las persianas por fuera si se vive en un piso alto?
Aunque pueda parecer una misión imposible, no lo es. Si se tiene acceso directo a las ventanas, la tarea se simplifica al poder limpiar las persianas sin riesgo. Sin embargo, para quienes residen en edificios y viven en pisos altos, el reto es mayor. Si te encuentras en esta situación, no te preocupes, porque tenemos la solución para limpiar persianas exteriores sin poner en riesgo tu seguridad en saldos peligrosos.
Dividiremos el proceso en dos partes. Primero hay que limpiar el exterior de las persianas, y una vez hecho esto, el proceso interno será más sencillo. Empecemos por la limpieza exterior.
Acceso al cajón de la persiana: Baje la persiana todo lo que pueda. Examine el cierre del cajón de la persiana. Puede estar cerrado a presión o asegurado con clips o tornillos.
Cepillado y preparación: Cepille suavemente la superficie de las lamas de la persiana. Esto eliminará el polvo acumulado y facilitará la limpieza posterior. Aspire o barra el cofre para eliminar la suciedad acumulada.
Limpieza en profundidad: prepare una mezcla jabonosa con vinagre detergente o amoniaco, según prefiera. Baje completamente la persiana y empiece a limpiarla con un paño suave o un cepillo empapado en la mezcla. Aclare y repita el proceso.
Limpieza final de difícil acceso: A medida que avance, vaya subiendo poco a poco la cortina. Las últimas duelas pueden resultar inaccesibles desde el cajón, pero puedes limpiarlas doblando el brazo y agarrándolas desde el exterior.
Limpieza interior: Una vez que haya limpiado el exterior, cierre el cajón y aborde la limpieza interior. Levante poco a poco la cortina, limpiando cada lama y prestando atención a las juntas.
El proceso puede parecer laborioso, pero la buena noticia es que no es necesario hacerlo a menudo. Una limpieza anual es suficiente para mantener las persianas en buen estado. La primavera o el verano son las épocas ideales, cuando las lluvias son menos frecuentes. Con una limpieza regular, la tarea será menos ardua en el futuro y la acumulación de suciedad disminuirá.
En resumen, la limpieza de las persianas exteriores puede dar mucho trabajo, pero con nuestro enfoque estratégico mantendrá sus persianas impolutas y su casa reluciente.