Las cacerolas de acero inoxidable son apreciadas por su resistencia y durabilidad. Además, la mayoría de los hogares utilizan este utensilio de cocina porque es fácil de mantener. Con el tiempo, sin embargo, el material empieza a perder su brillo y belleza. Para solucionar este problema tan común, puede recurrir a estos productos naturales, famosos por sus poderes.
Las cacerolas de acero volverán a estar brillantes y como nuevas con esta técnica de jabón amarillo
Producto popular desde la época de nuestras abuelas, el jabón amarillo es un excelente limpiador, desengrasante y abrillantador. Es un gran aliado a la hora de dejar tus cacerolas como nuevas.
Para ello, coge un trozo del jabón y frótalo inmediatamente en las zonas sin brillo de la cacerola de acero. Espere un rato antes de enjuagar generosamente. Deje de aclarar cuando haya desaparecido toda la espuma.
¿Cómo puedo utilizar el bicarbonato de sodio para dar una nueva vida a las ollas y sartenes?
Este polvo blanco tiene grandes propiedades desengrasantes e higienizantes, por lo que puede abrillantar las superficies de acero. Para utilizarlo, mezcla un poco de bicarbonato sódico con un poco de agua hasta obtener una consistencia cremosa. Extiende la mezcla por toda la superficie y déjala actuar unos diez minutos.
También puede disolver el bicarbonato de sodio en agua. Sumerge el acero en la solución y espera unos instantes. Una vez hayas terminado, seca la sartén con un paño de microfibra.
Jabón de Marsella para que tu cacerola brille
Este producto es apreciado por sus propiedades limpiadoras, desengrasantes y quitamanchas. Para ello, ralle el jabón de Marsella en copos. Ponlos en un barreño con agua caliente y sumerge la cacerola durante 30 minutos. A continuación, friega con una esponja y no dudes en volver a las zonas más apagadas. Aclara y seca meticulosamente para conseguir una sartén totalmente brillante.