Si las flores se riegan de esta manera, nunca se pudrirán en ningún tipo de suelo. Un método que seguro gustará a todo el mundo.
Las flores son preciosas y tener un pulgar verde es indispensable para que sigan floreciendo, así como para mantenerlas sanas durante mucho tiempo. En lo que a menudo se equivoca la gente es en el método de riego, que debe ser acorde con el tipo de flor que se tenga delante.
Las más difíciles de tratar?
Ciertamente, las flores de orquídea, a las que hay que prestar especial atención en lo que se refiere a su riego diario.
Regar las flores, consejos de los viveristas
Las flores son hermosas y a menudo se desea embellecer el jardín o el balcón con su color y aroma.El verdadero secreto es tratar de entender lo que cada especie desea en términos de hidratación y agua. Si bien es cierto que no se debe regar a determinadas horas del día, es sumamente importante tratar de comprender cuál es el mejor método y la cantidad correcta de riego.
Si se equivoca, la flor puede recibir más agua de la deseada y las raíces pueden pudrirse poco a poco. Un ejemplo de ello son las flores de las orquídeas, tan bellas como delicadas, hasta el punto de que podrían pudrirse inmediatamente< de recibir demasiada agua.
Cada flor y cada planta son diferentes, y sólo los profesionales pueden dar el consejo adecuado sobre la mejor manera de proceder. Para que la flor no se pudra en el suelo, es bueno conocer su historia, su estructura y también su tipo para acertar con el método de riego.
Entonces, ¿intentamos aplicar el método de la abuela con la orquídea?
¿Cómo evitar que las flores se pudran? El método de riego de la abuela
Tomemos como ejemplo la flor Orquídea, teniendo en cuenta que se trata de una planta a la que le gusta un ambiente estrictamente húmedo.< El verdadero secreto consiste en colocar la planta dentro del lavadero, de forma que alterne entre luz – oscuridad – clima seco y clima húmedo.
En primer lugar, hay que entender que regar una flor, en este caso la orquídea, debe ser un verdadero ritual diario con el agua creando un gran alimento. Pero, ¿cómo regar siguiendo el método de la abuela?
Cuando llega la época fértil, es importante regar cuatro veces por semana; si se desea, se puede colocar la maceta en un fregadero lleno de modo que toque exactamente la mitad de la maceta de la planta.
No sólo eso, sino que tome un recipiente de un litro y calcule siempre su mitad, distribuyéndola a lo largo del día, sobre todo en verano. Si hablamos de una orquídea, es importante que se alimente a primera hora de la mañana y a última de la tarde para que el agua no se evapore debido al calor.
El verdadero secreto es, por tanto, no regar nunca las plantas más de lo necesario y sobre todo a horas inadecuadas, mañana y noche es lo mejor. También se pueden colocar las raíces de una flor dentro de un recipiente largo y regarlas lentamente, dejándolas dentro del agua: así nunca se pudrirán y las flores lucirán hermosas.