¿Por fin te has enamorado de una preciosa planta de albahaca, pero no sabes cómo regarla y mantenerla? No te preocupes, te damos las claves para que tu albahaca crezca y florezca. ¡Sigue los pasos adecuados para aprender a mantener y regar tu albahaca en maceta!
¿Cómo cuidar una planta de albahaca? Consejos y sugerencias

La albahaca es una hierba aromática y medicinal muy utilizada en la medicina tradicional y en la cocina de todo el mundo. Sin embargo, una planta de albahaca o albahaca en maceta puede morir rápidamente y sin motivo aparente. Desde enfermedades fúngicas hasta errores de cuidado, a continuación te explicamos cómo cuidar esta planta para mantenerla sana durante mucho tiempo. Depende de ti

¿Cómo se riega la albahaca? Riego suave tanto en interior como en exterior.
Para evitar que la albahaca se pudra, es fundamental regarla correctamente. Presta atención a la humedad del suelo y riégala, sin inundar la tierra de la planta. Si la planta muestra signos de enfermedad, es esencial actuar cuanto antes para salvarla. Además, asegúrate de que la planta drene bien después de regarla y deja que la tierra se seque entre riego y riego. Con estos cuidados básicos, disfrutarás de esta hierba fresca y sabrosa durante todo el año.

¿Qué exposición es necesaria para la albahaca? ¿Sombra o sol?
Además de su riego, que debe realizarse correctamente, esta planta debe recibir suficiente luz solar y estar protegida de condiciones climáticas extremas, como corrientes de aire y temperaturas demasiado frías o, por el contrario, demasiado cálidas. Por lo tanto, la albahaca puede crecer bien en el jardín, el balcón, el alféizar de la ventana o una habitación interior con suficiente luz natural. Sin embargo, la planta puede sufrir con una exposición prolongada y continua al sol, sobre todo en lugares donde el clima es muy cálido.

¿Por qué se está muriendo mi albahaca de maceta?

Marchitez por Fusarium
El Fusarium oxysporum es un hongo que provoca el marchitamiento de las plantas, incluida la albahaca. Esta enfermedad fúngica se desarrolla principalmente en climas cálidos y suelos ácidos. Los síntomas de la marchitez por Fusarium son el amarilleo y la desecación de la planta, con un crecimiento reducido. Una vez que aparecen los primeros signos de esta enfermedad, las plantas de albahaca pueden morir en siete días.

Antracnosis
Un hongo llamado Colletotrichum es el responsable de la antracnosis en la planta de albahaca, como se explica en este estudio. Se trata de lesiones que provocan manchas negras en los tallos y las hojas de la albahaca. Los cambios bruscos de temperatura entre noches cálidas y húmedas y noches frescas pueden causar esta enfermedad.

Podredumbre de la raíz y enfermedad de las plántulas

Pythium ultimum y Phytophthora son gérmenes que crecen principalmente en la tierra húmeda y causan la podredumbre de las raíces. Estas bacterias pueden propagarse a través de las herramientas de jardinería, los restos vegetales y las bandejas sin esterilizar. Son responsables de la infección y la pudrición de las raíces de la planta de albahaca, pero también de un crecimiento deficiente de las plántulas.

¿Cómo trasplantar la albahaca?
¿Acaba de comprar una planta de albahaca en la tienda y quiere trasplantarla? Si cultiva albahaca a partir de semillas, espere a que las plántulas tengan dos semanas antes de trasplantarlas. Además, si el clima lo permite, puedes trasplantar tu albahaca en tu jardín o terraza; si no, coge una maceta de 20/25 cm de profundidad y 7 litros de capacidad y pon en ella tus plantones. Sigue al líder

Necesitarás las siguientes herramientas:

Un recipiente más grande: ¿por qué una maceta más grande? Para que las raíces se extiendan mejor, debe ser al menos 5-7 cm más alto.
Un suelo similar: ¿sabías que la albahaca prefiere un suelo bien drenado con un pH neutro? Para no estresar a la planta durante el trasplante, la nueva tierra debe ser similar a aquella en la que se plantó.

Pasos a seguir:

1.Esparza la tierra nueva a unos 2 cm del fondo de la maceta.
2.A continuación, agarre suavemente la maceta original, apoye las manos en los laterales y gire lentamente la maceta de forma uniforme
3.Ejerza presión con las manos para que la planta pueda deslizarse fuera de la maceta
4.A continuación, coloque la planta en su nueva maceta. Si no puede alcanzar los 2 cm del borde de la maceta, añada o quite la tierra que hay debajo.
5.Por último, esparza tierra nueva alrededor de la planta para reducir el espacio entre ésta y la maceta.
Una vez que la albahaca se haya asentado cómodamente en su nueva maceta, colócala a la luz del día o al aire libre (¡si la temperatura lo permite!) y riégala suavemente.

Ahora ya sabes no sólo lo que debes hacer para mantener tu planta de albahaca, sino también los pasos que debes seguir para trasplantarla. Así que, ¡a qué esperas para cuidarla y disfrutarla!