Si tienes plantas como tomillo, orégano o romero, una buena forma de tenerlas disponibles todo el año (especialmente durante los meses fríos) es secándolas.
Una vez que hayas cosechado las hierbas, sigue las instrucciones de este artículo para secarlas de una forma práctica y rápida.
La forma más sencilla de secar las hierbas es almacenándolas en un lugar cálido y seco. Este método es ideal para hierbas con bajo contenido de humedad, como salvia, tomillo, laurel, orégano, romero y mejorana.
Asegúrate de que las hierbas estén limpias enjuagándolas con agua y secándolas con un paño limpio. Luego elija ramitas marrones o amarillas.
Luego cuélgalos en un lugar cálido y seco: la temperatura ideal está entre 18° y 21°.
Forma manojos, sin exagerar para que llegue aire a todas las ramas, y cuélgalos con una cuerda.
Las ramitas tardarán de 1 a 3 semanas en secarse. Cuando las hojas se rompen entre tus dedos, significa que están completamente secas y listas para ser cosechadas. Guárdalos en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco