El encanto de las orquídeas es una pasión compartida por muchos, y no es de extrañar. Estas exquisitas plantas nos regalan algunas de las flores más bellas de la naturaleza, con una gran variedad de formas y colores. Sin embargo, tienen un pequeño inconveniente: pueden ser bastante caras.

Lo que poca gente sabe es que las orquídeas pueden reproducirse en casa mediante procesos precisos pero sencillos. Los métodos preferidos son la propagación por esquejes, la siembra, la división de plantas y la propagación a través de una espiga floral.

Una sola hoja de orquídea no es adecuada para la reproducción. En ella no hay puntos de crecimiento que puedan dar lugar a nuevas raíces. Por eso es necesario tomar una hoja con un pequeño trozo del tallo.

Antes de empezar la propagación de orquídeas a partir de una hoja, prepare las herramientas necesarias. Necesitará unas tijeras de jardinería bien afiladas y esterilizadas, un recipiente de plástico, agua filtrada y los siguientes fertilizantes: hormona de enraizamiento, un poco de carbón activado y una mezcla de citoquinina y ácido succínico.

El proceso de propagación de una orquídea a partir de una hoja es uno de los métodos más complejos y lleva su tiempo: las raíces pueden tardar más de un año en desarrollarse.

La hoja para la propagación debe tomarse de una planta adulta sana. Utiliza las tijeras para cortar la hoja y el trozo de tallo y, a continuación, deja que se seque durante 8 horas.

A continuación, aplica un poco de hormona de enraizamiento a la hoja y al tallo. Disuelve un poco de carbón activado en agua y coloca la hoja y el tallo en la solución. La base del brote debe quedar completamente sumergida en el agua.

Antes de plantar la orquídea en el suelo, compruebe si hay signos de moho o trozos de planta podridos. Este meticuloso proceso garantiza el éxito de la propagación de orquídeas a partir de una hoja y sienta las bases para una nueva y próspera planta.