Símbolo de pureza y amor, la Cuna de Moisés es una planta fácil de cuidar que dará a su interior un toque tropical y una agradable fragancia. Esta planta tropical, apodada Lirio de la Paz o Flor de Luna, es ideal para purificar su interior. Si le seduce la planta Cuna de Moisés, descubra cómo cuidarla para que florezca y perfume su hogar.
La Cuna de Moisés pertenece a la familia de las Aráceas. Esta planta se caracteriza por sus grandes hojas y sus fragantes flores blancas. La flor de luna también es una planta descontaminante. Absorbe muchas toxinas como el benceno, el formaldehído o el amoníaco. Por tanto, la Cuna de Moisés tiene su lugar en su casa como planta de interior.

¿Cómo mantener la cuna de Moisés?

Sustrato
Esta planta perenne aprecia un clima cálido y húmedo, pero un exceso de humedad puede exponerla a enfermedades y hacer que se pudran sus raíces. Por eso es mejor elegir un sustrato con buen drenaje y utilizar una maceta con agujeros para garantizar un mejor drenaje.

Componga el sustrato con una mezcla de tierra para macetas clásica, especial para plantas de interior y compost enriquecido. Considere también la posibilidad de colocar una capa de gránulos de arcilla en el fondo de la maceta y no compacte demasiado la tierra.

Exposición
La Cuna de Moisés es una planta tropical que aprecia la luz brillante, pero indirecta. Por tanto, prefiere una exposición a media sombra. Si mantiene su planta en un lugar sin exposición, no podrá florecer y darle flores. Sólo crecerán hojas verdes.

Riego
La frecuencia de riego depende de la estación. Durante los meses más cálidos, riega tu planta con frecuencia para mantener la tierra húmeda, pero no tanto como para que se pudran las raíces. A continuación, comprueba que no haya agua estancada en el platillo. En invierno, puedes espaciar el riego. Riega sólo cuando la tierra esté completamente seca. En este caso, comprueba la humedad de la tierra con el dedo.

Como el lirio de la paz aprecia la humedad, no dude en rociar sus hojas con agua no calcárea. Tenga cuidado de no regar demasiado el follaje, de lo contrario el color se volverá amarillo . En este caso, deje de regar durante dos o tres semanas hasta que su planta esté mejor.

En invierno, el follaje de su planta puede volverse polvoriento debido al aire seco. Limpie el follaje con un paño limpio y seco.

Temperatura
La Cuna de Moisés no es muy resistente, por lo que no le gustan ni el viento ni las heladas. Evite tener la maceta en el balcón si hace frío. Esta planta prefiere temperaturas entre 15°C y 20°C. En invierno, la temperatura más baja que puede tolerar la planta es de 13°C.

Abono
Puedes abonar tu planta cada quince días de abril a noviembre para ayudarla a florecer y asegurar un buen crecimiento. Para ello, añada un poco de abono para plantas de flor al agua de riego. Si tiene previsto viajar durante este periodo, abone la Cuna de Moisés con un abono granulado de liberación lenta. Fuera de estos meses, su planta puede prescindir del abono.

Trasplante

Puedes trasplantar tu planta cada 2 años en una maceta más grande, teniendo cuidado de cambiar la tierra. Si quieres multiplicar tu planta, acuérdate de separar algunos de los rizomas de la cabeza central y perforarlos en macetas pequeñas, utilizando un sustrato compuesto por una mezcla de tierra y tierra para macetas. Por rizoma se entiende el tallo subterráneo, portador de raíces y tallos aéreos.

Enfermedades y plagas
El invierno es una estación difícil para el Berceau de Moïse, como para la mayoría de las plantas verdes de interior. Como el aire que la rodea es relativamente seco, su planta puede ser susceptible a las plagas, como la araña roja y los ácaros, pero también los pulgones y las cochinillas. Por lo tanto, recuerde rociar el follaje con zumo de cebolla diluido en agua tibia, que actuará como insecticida natural.

Si proporcionas a tu planta Cuna de Moisés estas condiciones, podrás mantenerla en el interior durante mucho tiempo y disfrutar de una floración generosa durante todo el año, aunque no tengas un pulgar verde.