1 Elegir los rizomas de cúrcuma:
Empieza con rizomas de cúrcuma sanos, frescos y gordos. Están disponibles en centros de jardinería o supermercados ecológicos. Selecciona los que tengan yemas u ojos, ya que son los puntos de los que saldrán los brotes.
- Elegir el recipiente adecuado:
Las plantas de cúrcuma tienen hojas grandes y pueden crecer hasta un metro de altura, así que selecciona un recipiente grande de al menos 30 centímetros de profundidad y de 30 a 18 centímetros de diámetro. Asegúrate de que el recipiente tenga suficientes agujeros de drenaje para evitar que se encharque. - Preparación de la tierra:
Utilice una mezcla para macetas bien drenada y rica en materia orgánica. Mezcle un poco de abono orgánico o estiércol bien descompuesto para enriquecer la tierra y garantizar los nutrientes ideales para las plantas en crecimiento. - Plantar los rizomas:
Planta los rizomas a 5 centímetros de profundidad con las yemas hacia arriba. Si tu contenedor es lo suficientemente grande, puedes plantar varios rizomas, separados entre sí al menos 15 centímetros. - Condiciones de cultivo ideales:
La cúrcuma prospera en condiciones cálidas y húmedas. Coloca la maceta en un lugar donde reciba al menos de 4 a 6 horas diarias de luz solar indirecta. Mantenga la tierra húmeda, pero evite regarla en exceso. La temperatura ideal para que crezca el azafrán oscila entre 20 y 30 °C.
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