1 Elegir los rizomas de cúrcuma:
Empieza con rizomas de cúrcuma sanos, frescos y gordos. Están disponibles en centros de jardinería o supermercados ecológicos. Selecciona los que tengan yemas u ojos, ya que son los puntos de los que saldrán los brotes.

  1. Elegir el recipiente adecuado:
    Las plantas de cúrcuma tienen hojas grandes y pueden crecer hasta un metro de altura, así que selecciona un recipiente grande de al menos 30 centímetros de profundidad y de 30 a 18 centímetros de diámetro. Asegúrate de que el recipiente tenga suficientes agujeros de drenaje para evitar que se encharque.
  2. Preparación de la tierra:
    Utilice una mezcla para macetas bien drenada y rica en materia orgánica. Mezcle un poco de abono orgánico o estiércol bien descompuesto para enriquecer la tierra y garantizar los nutrientes ideales para las plantas en crecimiento.
  3. Plantar los rizomas:
    Planta los rizomas a 5 centímetros de profundidad con las yemas hacia arriba. Si tu contenedor es lo suficientemente grande, puedes plantar varios rizomas, separados entre sí al menos 15 centímetros.
  4. Condiciones de cultivo ideales:
    La cúrcuma prospera en condiciones cálidas y húmedas. Coloca la maceta en un lugar donde reciba al menos de 4 a 6 horas diarias de luz solar indirecta. Mantenga la tierra húmeda, pero evite regarla en exceso. La temperatura ideal para que crezca el azafrán oscila entre 20 y 30 °C.

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