Si crees que tu vida necesita un toque diferente y natural…
Si sientes que tu vida necesita un toque diferente y natural, quizá quieras empezar a plantearte cultivar aguacates en macetas. Aunque pueda parecer una hazaña casi imposible de conseguir, la realidad es que es mucho más fácil de lo que crees. Pon en práctica tus conocimientos de jardinería .
Además, no necesitarás un gran espacio ni un enorme jardín para que este arbolito comience a dar frutos, sólo tendrás que concentrarte y tomarte el tiempo necesario para darle los cuidados adecuados a esta deliciosa fruta que se caracteriza por ser parte indispensable de la comida mexicana .

Al cultivar un aguacate en casa también ayudas a que siempre haya una cantidad adecuada de beta-sitosterol en tu dieta; este compuesto y otros esteroles ayudan a mantener a raya las enfermedades cardiacas al mantener un nivel saludable de colesterol en el organismo.

¿Cómo puedo tener un aguacate en casa?
Para cultivar aguacates en una maceta, basta con retirar el hueso del fruto y limpiarlo. A continuación, coloca tres palillos a lo ancho del hueso y colócalo sobre un recipiente con agua; asegúrate de que la mitad de la esfera quede cubierta por el líquido de este cremoso alimento.

En una media de cuatro semanas empezarán a salir las raíces, cuando tengan un tamaño medio de 10 centímetros es el momento de retirar el hueso sumergido en agua. Retira los palitos y empieza a prepararte para crear tu huerto casero.

Una vez que lo hayas plantado y tengas la tierra adecuada con nutrientes y abonos naturales, tienes que poner la semilla. Debe estar como en el vaso, la mitad dentro y la otra mitad al aire libre. En poco más de cinco semanas después de plantarla, notarás cómo empiezan a brotar las hojas.

¿Cómo preparar la mejor tierra para su maceta de aguacates?
Para que la tierra que utilices sea la ideal, te recomendamos que prepares tu propio sustrato vegetal. Aunque sí, el proceso es bastante lento y quizás pueda ayudarte en futuros proyectos de jardinería.

Recoge toda la hojarasca de tu jardín y métela en una bolsa de basura negra; intenta llenar todo el contenido. Es preferible que las hojas estén húmedas y aplastadas.

Cierra la bolsa sin apretarla y haz agujeros por toda ella para que se ventile mejor. Deja la bolsa en un lugar sombreado y seco; el preparado estará listo al cabo de 6 meses.