Considerado una hierba esencial en la cocina, el ajo es un condimento imprescindible para realzar el sabor de tus platos y hacerlos sabrosos. Si desea conservarlo para aprovechar al máximo sus virtudes, le mostramos cómo hacerlo.
Perteneciente a la misma familia que las cebollas, las chalotas y los puerros, el ajo aporta un potente aroma a sus platos. Además, tiene muchos beneficios para la salud. Para aprovechar al máximo sus propiedades, hay que conservarlo de la forma adecuada para que siempre esté disponible.

¿Cómo conservar el ajo el mayor tiempo posible?

El ajo es un ingrediente esencial en la cocina y seguro que tiene alguno en su despensa. Para aprovechar los beneficios del ajo, puede utilizarlo picado, machacado o troceado.

Guardar el ajo en el congelador

Puede guardar los dientes de ajo en el congelador para conservarlos más tiempo. Sin embargo, si se guarda congelado, el ajo puede perder sabor y textura. Para congelarlo bien, puede pelarlo o ponerlo al natural, quitarle el germen o dejarlo. Para meterlo en el congelador, enjuáguelo primero con agua. Mete el ajo en una bolsa de congelación y luego mételo en el congelador. Si le ahorra tiempo al cocinar, también puede meterlo en el congelador después de picarlo para que esté listo para usar rápidamente.

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El ajo se conserva una media de ocho meses si el bulbo está entero y lo guardas en un lugar seco y ventilado. Puede poner los dientes de ajo en una cesta o dejarlos en su malla. Guárdelos a temperatura ambiente, en torno a los 15 °C. Cuanto más tiempo almacene el ajo fresco, más tiempo podrá conservarlo. Sin embargo, evite meter el ajo en el frigorífico. De hecho, el frigorífico corre el riesgo de humedecerlo y alterar la calidad de su condimento. Sin embargo, si ya lo ha cortado y pelado, es metiéndolo en el frigorífico y en una caja hermética como lo conservará durante más tiempo.

Conservar el ajo en una aceitera
Para conservar tus dientes de ajo el mayor tiempo posible, puedes meterlos en un tarro hermético con aceite, esterilizándolo previamente. Para ello, pela los dientes de ajo. Introdúcelos en el tarro, que llenarás de aceite. Después, mételo en el frigorífico para evitar la aparición de bacterias.

Conservar el ajo en vinagre
Puedes conservar los ajos pelados en vinagre. Prepara un tarro hermético que hayas esterilizado previamente. Llena el tarro hermético con los dientes de ajo pelados y vinagre blanco o rojo. A continuación, mételo en el frigorífico para que se conserve bien.

Secar el ajo para conservarlo más tiempo
Para que tus dientes de ajo duren el mayor tiempo posible, puedes secarlos. Se rehidratan cuando se utilizan en la cocina. Utilice el horno para secar los ajos. Pele los dientes de ajo, córtelos por la mitad y colóquelos en una placa que haya metido en el horno. Encienda el horno a 60°C y, cuando esté caliente, introduzca los dientes de ajo en el horno y baje la temperatura a 50°C. Deja los ajos al menos dos horas en el horno a la misma temperatura hasta que estén completamente secos.

Si has comprado ajos y ya empiezan a secarse, también puedes plantarlos. Este ingrediente esencial de la cocina requiere muy poco mantenimiento y podrá cosechar más dientes de ajo.