Al comprar carne, esta puede salir algo dura e incomible. Pero como decía mi abuela « todo tiene solución en esta vida ».
Por eso en este artículo te vamos a enseñar a ablandar carne con leche, un truco que se usa en todos lados (ya sea en casa, restaurantes, etc.).
Cuando conozcas los siguientes trucos, no tendrás miedo de comprar carne de segunda mano y que te salga dura e interrumpa tu comida o cena.
Ahora lee atentamente estos consejos que te voy a dar:
1- Elige el corte de carne
Es importante no ceñirse a los tipos y cortes de carne, sino elegir la pieza más fresca y perfecta para la receta que se va a preparar.
Hay que tener en cuenta 2 cosas: la frescura y el tamaño de la carne. Si ves que es muy grande, lo ideal sería cortarlos en trozos medianos o pequeños.
Esto ayuda mucho a crear zonas de contacto entre la carne y la leche, sobre todo a la hora de exponer las fibras (que es donde la carne está más dura).
2- Preparación
Antes de poner la carne en contacto con la leche, retiramos el exceso de grasa y alguna que otra membrana. Luego cortamos en trozos medianos o pequeños.
Ponemos todo en un bol o plato y volcamos la leche. Lo ideal sería dejar marinar al menos 6 horas en el frigorífico.
Ten siempre en cuenta el tipo de recipiente que utilizas. Por ejemplo, yo uso una olla grande y profunda, lo importante es que la leche cubra por completo la carne.
También puedes condimentar la leche con sal gruesa y pimienta al gusto. Por lo general, se utiliza 1 litro de leche por cada 2 kilos de carne.
3- Fin de la preparación
Después de remojar la carne durante horas, la sacamos de la nevera y la escurrimos bien. Toda la leche que se usó para esta preparación se tiene que tirar.
Y listo, ya tienes una carne apta para cualquier tipo de cocción. Ya sea al horno o a la plancha, obtendrás un resultado increíble.
Si tienes miedo de que sepa a leche, no te preocupes. Una vez que lo cocines, te darás cuenta de que no sabe a nada, excepto a carne y otros condimentos que le hayas puesto.