Conocido por su sabor único, el limón es uno de los cítricos más utilizados en la cocina, ya sea para enriquecer vinagretas, salsas, adobos o incluso para preparar postres. Sin embargo, la mayoría elimina sus defectos a la hora de utilizarlo. ¿Sabía que se pueden utilizar de una forma bastante sorprendente? La respuesta en este artículo.
¿Qué ocurre cuando pones semillas de limón en un vaso de agua?
Puede que no lo sepa, pero en el limón todo es bueno. De hecho, no es infrecuente utilizar la cáscara de limón, este trozo de piel de los cítricos, en la cocina para dar un sabor refrescante y ácido a un buen número de preparaciones culinarias. Situadas entre la cáscara y los gajos de la fruta, las cáscaras pueden rallarse para aromatizar postres y dulces. Con las supremas se pueden preparar todo tipo de platos, tanto salados como dulces. Pero, ¿qué ocurre con las semillas de limón? ¿Para qué sirven? Si cree que están destinadas a acabar en el cubo de la basura, ¡se equivoca!

Cultivar un limonero utilizando una semilla de limón
Si no está familiarizado con ello, sepa que es posible cultivar y obtener un limonero utilizando semillas de limón. Así podrá obtener magníficos limones sin tener que desembolsar ni un céntimo. Para conseguirlo, sólo tienes que seguir el método que se indica a continuación:

Consiga un limón ecológico, córtelo por la mitad y recoja las semillas de este cítrico. No dude en recoger 4 ó 5 para poner todas las posibilidades de éxito de su lado.

Coge un vaso y llénalo de agua tibia, luego introduce las semillas de limón que has recogido anteriormente.

Coge un trozo de toalla de papel que hayas humedecido con agua, puedes utilizar el agua del vaso. A continuación, introduce las semillas de limón, cubriéndolas con otro trozo de toalla de papel. Por último, mételo todo en una bolsa de plástico con cierre y guárdala en un lugar oscuro.

Pasados 10 días, puedes abrir la bolsa. A partir de entonces, podrás ver que las semillas han germinado.

Coge unas macetas que llenarás de tierra y en las que plantarás las semillas de limón rociándolas con agua. Además, no te preocupes si el papel secante se ha pegado a las semillas, no afectará a su crecimiento.

Recuerda colocar poco a poco las macetas en un lugar soleado de la casa, manteniendo la tierra constantemente húmeda. Pasados unos 20 días y expuestas a plena luz durante al menos 8 horas, notarás la aparición de los primeros brotes.

Si al cabo de dos meses compruebas que todas las semillas han brotado al mismo tiempo, considera la posibilidad de separarlas colocando cada una en una maceta.

Cuando el limonero pequeño crezca demasiado, puedes trasplantarlo a otro más grande o incluso a un jardín. Ten en cuenta también que es aconsejable plantar las semillas a finales de invierno o principios de primavera.

¡Ahora ya sabes cómo utilizar las semillas de limón para producir y cultivar tu propio limonero!