La orquídea es una planta sorprendente y fascinante. Disponible en una variedad de formas y colores, se puede colocar en casi cualquier lugar del interior, al mismo tiempo que da un toque de elegancia y sofisticación.

Sin embargo, si se descuida el riego, estas plantas pueden  perder su belleza muy rápidamente y marchitarse.  Para esto, es necesario conocer  las reglas básicas para regar las orquídeas  para prepararlas mejor para la floración incluso durante la temporada de invierno.

La orquídea es una planta originaria de las regiones tropicales del sudeste asiático. Vive en lo alto de las ramas y prospera con un generoso suministro de humedad. A diferencia de las plantas que viven a ras de suelo, la orquídea requiere un método de riego especial para desarrollarse adecuadamente como en su entorno nativo.

¿Cómo riegas las orquídeas para que florezcan profusamente?

Si quieres tener plantas sanas, especialmente en el caso de las orquídeas, debes tener una idea de las reglas de riego a seguir. Siguiéndolos al pie de la letra, sus orquídeas seguramente florecerán con éxito.

Usando la técnica del remojo

Para regar las orquídeas, la mejor técnica sigue siendo la inmersión . Consiste en sumergir la maceta en un recipiente lleno de agua durante 15 minutos, para que las raíces puedan absorber el agua sin estancarse.

Luego deje que el frasco se escurra antes de colocarlo. Si bien a las orquídeas les encantan naturalmente los ambientes húmedos, no les gusta que las rieguen desde arriba o que el agua se estanque.

Elige el agua adecuada

La orquídea no es una planta convencional. Puede florecer con agua de lluvia . Para ello, recoge y almacena esta agua en el interior a temperatura ambiente para que puedas regar tu orquídea con regularidad.

Si no dispones de agua de lluvia, puedes utilizar agua del grifo con unas gotas de zumo de limón,  esto neutralizará la cal presente en el agua.

Regar con la frecuencia adecuada

Si no sabe con qué frecuencia regar sus orquídeas, sepa que todo depende de la temperatura ambiente y el período de floración. También hay que tener en cuenta la composición del sustrato.

Por lo general, es recomendable regar la planta cada semana o incluso cada 10 días durante el periodo de floración. Esto se aplica a las orquídeas cultivadas en casa entre 17 y 24 °C. A partir de entonces, riegue cada dos semanas o cada 3 semanas.