¿Tu horno está sucio y no sabes cómo quitar los restos de grasa de las paredes? Que no cunda el pánico: Con este truco, que utiliza un solo ingrediente clave, podrás devolverle todo el brillo sin fatiga.
¿Y si te dijéramos que puedes devolverle el brillo a tu horno sin gastar euros en productos químicos? Con unos pocos ingredientes naturales en tu cocina, es fácil improvisar soluciones de limpieza increíbles para que las superficies de tu casa brillen. Para tu horno, sólo hace falta un ingrediente natural.
Limón para dar brillo a tu horno
Rico en ácido cítrico, este cítrico tiene propiedades limpiadoras como el vinagre blanco, el bicarbonato sódico o el agua oxigenada. Al mezclarlo con agua, obtendrás un excelente desengrasante casero para tu electrodoméstico.
Para limpiar y desengrasar el horno con este ingrediente, introduce un recipiente lleno de agua y unas rodajas de limón en el horno y enciéndelo a 180 grados.
El vapor se extenderá por todo el aparato y disolverá los restos de comida incrustados en el horno. Ahora serán mucho más fáciles de eliminar.
Deja el horno encendido durante unos 15 minutos y deja que se enfríe después de apagarlo. A continuación, abra la puerta y limpie a fondo las paredes con un paño de microfibra.
Este truco tan sencillo eliminará mucha suciedad y grasa. Y como ves, el proceso es rápido y sencillo.
Limpiar el horno con vinagre y bicarbonato
Existen otros métodos de limpieza igual de eficaces para eliminar la suciedad del horno.
Limpia tu horno con vinagre blanco y bicarbonato de sodio
Si no tienes el famoso limpiador de cítricos y quieres utilizar otra alternativa no engañosa, no dudes en recurrir a la imprescindible combinación de vinagre y bicarbonato de sodio.
Un tándem de choque y un producto multiusos para quien quiera desinfectar, desodorizar y limpiar de forma natural múltiples superficies del hogar. Para utilizarlo en tu horno sucio y atascado, reúne los siguientes elementos y realiza una sencilla tarea.
Lo que necesitas
Agua
Vinagre de vino blanco
Botella con pulverizador
Bicarbonato sódico
Esponja, paño o toalla de papel
Como es aconsejable empezar primero con una buena limpieza previa, esta solución puede parecer más complicada, pero es igual de fácil que la primera.
Primero quite las rejillas para limpiarlas solas y luego pase un paño húmedo por el suelo. Raspe los restos quemados con una espátula metálica.
A continuación, continúe con la aplicación del producto de limpieza. En un recipiente, mezcle medio vaso de levadura en polvo con un poco de agua hasta formar una pasta.
Aplique el producto en las paredes interiores del aparato con su paño o esponja limpios, sin tocar las zonas de calentamiento. Tenga en cuenta también que puede utilizar su limpiador casero para el cristal de la puerta.
Deje actuar la sustancia durante al menos 2 horas mientras el bicarbonato descompone la grasa. Si el aparato está muy sucio, es posible que tengas que dejarlo actuar toda la noche.
A continuación, rocía la pasta ya endurecida con agua caliente utilizando un pulverizador y luego con una esponja sobre las zonas problemáticas.
Una vez eliminado el bicarbonato, pulveriza vinagre blanco diluido con un poco de agua en todas las zonas del horno, deja que actúe unos instantes y luego límpialo todo con un paño empapado en agua caliente o simplemente utiliza una toalla de papel.
Deje que se seque al aire, dejando la puerta del horno abierta. A continuación, vuelva a colocar las rejillas previamente limpias en un recipiente con agua y vinagre y límpielas con un paño húmedo.
Cuando se trata de limpiar, tu cocina parece tener todo lo que necesitas. Así que aprovéchalo para cuidar de forma natural tus electrodomésticos.