La orquídea, a pesar de ser una planta de interior muy querida, muchas veces se marchita, pierde sus flores y la fuerza de sus hojas. Esto sucede con mayor frecuencia debido a 8 errores comunes que cometemos en su cuidado. ¡Evítalos si quieres cultivar una rica orquídea!

Uno de los principales errores es el riego incorrecto. ¡Nunca riegues la orquídea desde arriba! Este tipo de riego provoca el amarilleo y la caída de las hojas, así como la muerte de la orquídea. Puedes regar la orquídea suavemente desde un lado, sin tocar directamente la flor, o mediante el método de inmersión, dejando la orquídea en un recipiente con agua durante 10 minutos.

El segundo error es el uso incorrecto de una segunda maceta durante el riego. Dejar la orquídea en una segunda maceta durante unos días corre el riesgo de que las raíces se pudran y las hojas se pongan amarillas. ¡Nunca se debe dejar la orquídea en el agua durante mucho tiempo!

El tercer error común es dejar la orquídea expuesta al sol directamente. Nunca coloques la planta bajo el sol directo, de lo contrario se producirán quemaduras en las hojas. Simplemente esconde la orquídea detrás de una cortina para proporcionar la iluminación adecuada.

El cuarto error común es rociar las flores con un pulverizador. Con este tipo de riego aparecen manchas en las flores que al poco tiempo se marchitan y caen. Para mantener la humedad suficiente lo mejor es rociar las hojas o, mejor aún, colocar un paño húmedo entre ellas.

El quinto error es cortar las raíces aéreas en crecimiento de la orquídea. ¡Estas raíces nunca deben cortarse! Son un indicador de la salud de la orquídea.

El sexto error es cortar el tallo después de la floración hasta las raíces, pensando que ya no producirá flores. ¡Después de que caigan las flores, el tallo formará nuevos brotes! Por lo tanto, el corte debe realizarse justo debajo del punto donde cae la última flor.

El séptimo error es la sustitución inmediata de la maceta tras la compra de la orquídea. Incluso si parece que la maceta es demasiado pequeña, ¡no te apresures a trasplantarla! No es necesario reponer la maceta a menos que las raíces estén podridas. El trasplante inmediatamente después de la compra provocará una rápida disminución de las flores y el marchitamiento de las hojas. La orquídea crece mejor en su maceta habitual. No es necesario cambiarlo durante al menos 1,5 a 2 años. E incluso entonces, puedes sustituirla por una maceta que tenga sólo 1 cm más de diámetro.

El octavo error es la elección incorrecta del terreno. Las orquídeas son diferentes de otras plantas. Nunca utilices tierra para macetas universal para ellos, no se desarrollarán bien. ¡Utilice únicamente mezclas preparadas específicamente para orquídeas!