¿Sabías que existe un ingrediente de desecho que puede actuar como abono para tus plantas? Averigüemos de qué se trata.
Conseguir un abono gratuito para tus plantas es posible utilizando un elemento que casi todo el mundo tiene en casa.
Cómo abonar las plantas
Las plantas necesitan fertilizarse de vez en cuando para crecer. La fertilización de las plantas es un aspecto importante para promover su crecimiento sano y vigoroso.
La fertilización puede realizarse durante la temporada de crecimiento activo de las plantas. Suele corresponder a la primavera y el verano. Evite abonar durante el invierno o cuando las plantas estén en estado latente.
Puede aplicar abono en diferentes formas, como gránulos, polvos o líquidos. Además de los abonos químicos, considere la posibilidad de utilizar abonos orgánicos como el compost o el estiércol que pueden aportar nutrientes a largo plazo a las plantas y mejorar la salud del suelo. El uso de abonos orgánicos también contribuye a la sostenibilidad medioambiental.
Descubramos a continuación cómo crear uno con un ingrediente que muchos tenemos en casa. ¿Tienes curiosidad por saberlo?
El abono de coste cero
Se pueden alimentar de forma orgánica y natural. El abono en cuestión, que los que tienen chimeneas se encuentran a menudo tirando, es la ceniza, la que se genera al quemar madera.
Tiene un alto contenido de potasio, fósforo, calcio, magnesio y contribuye a la fertilidad del suelo. El calcio las mantiene sanas y evita la podredumbre de las flores. El potasio es importante para mantener el rendimiento de las plantas.
Por ejemplo, la ceniza desempeña un papel muy importante en el cultivo de hortalizas como los tomates. Si falta potasio en el suelo donde se cultivan, los tomates pueden crecer moteados.
Magnesio, por otro lado, es necesario para que las hojas del tomate se mantengan verdes y absorban mejor la luz solar. Si las hojas están amarillas y rizadas, significa que falta magnesio en el suelo.
Entre otras propiedades de la ceniza de madera, destaca su capacidad para actuar como repelente. En efecto, la presencia de sal disuade a pulgones y caracoles, así como a otras plagas. Sin embargo, esta sustancia pierde su función repelente cuando se moja. Por lo tanto, la aplicación debe repetirse a lo largo del tiempo para garantizar su efecto.
La ceniza de madera puede utilizarse como repelente simplemente espolvoreándola en la base de las plántulas. Naturalmente, nunca debe utilizarse caliente.
Si, por el contrario, lo utilizamos como abono, hay que añadirlo a la tierra. Para potenciar sus efectos, se pueden añadir hojas de cola de caballo. Esta planta, a pesar de ser una mala hierba, contiene innumerables elementos que favorecen el crecimiento, como el manganeso y el magnesio.