Disfrute de estas deliciosas Patatas Hasselback en Salsa de Queso Cheddar Blanco como un sabroso y reconfortante plato de acompañamiento. La cremosa salsa de queso complementa a la perfección las crujientes y tiernas patatas, ¡haciendo de este plato una auténtica delicia para su paladar!

Ingredientes:

4 patatas medianas
2 cucharadas de mantequilla sin sal derretida
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta, al gusto
1 taza de queso cheddar blanco rallado
1 taza de nata espesa
1/2 cucharadita de ajo en polvo
1/4 cucharadita de cebolla en polvo
Cebollino fresco picado (para decorar)
Instrucciones:

Precaliente el horno a 220°C (425°F). Forre una bandeja para hornear con papel pergamino o papel de aluminio.
Lavar y secar las patatas. Cortar finas hendiduras a lo largo de cada patata, con cuidado de no atravesarlas del todo. Puede utilizar palillos o cucharas de madera como guías a ambos lados de la patata para evitar cortarla por completo.
En un bol pequeño, mezcle la mantequilla derretida y el aceite de oliva. Unte las patatas con la mezcla, asegurándose de que penetre entre las hendiduras. Sazonar las patatas con sal y pimienta.
Colocar las patatas en la bandeja preparada y hornear en el horno precalentado durante unos 45-50 minutos, o hasta que estén tiernas y crujientes por fuera.
Mientras se hornean las patatas, prepare la salsa de queso cheddar blanco. En un cazo, calentar la nata espesa a fuego medio hasta que empiece a hervir.
Baje el fuego y añada poco a poco el queso cheddar blanco rallado, removiendo continuamente hasta que el queso se derrita y la salsa esté homogénea.
Añada el ajo en polvo y la cebolla en polvo, y sazone con sal y pimienta al gusto.
Cuando las patatas estén listas, sáquelas del horno y deje que se enfríen un poco.
Para servir, coloque cada patata Hasselback en un plato y rocíe la salsa de queso cheddar blanco por encima.
Decorar con cebollino fresco picado.