Las manchas de cal, moho y restos de jabón son comunes incluso en los cuartos de baño más limpios. El uso normal del cuarto de baño hace que se acumulen y formen estas manchas indeseadas, que pueden empeorar si el cuarto de baño no está bien ventilado.
Este tipo de manchas son especialmente visibles en grifos, azulejos y en el interior de los inodoros, creando un aspecto desagradable a la vista, pero también al olfato.
Normalmente, para eliminar este tipo de manchas se utilizan productos industriales que, aunque eficaces, tienen el « defecto » de estar cargados de productos químicos tóxicos tanto para nuestra salud como para el medio ambiente.
Para eliminar la cal, los restos de jabón y el moho bastan unos simples ingredientes naturales, y a continuación enumeramos los trucos más eficaces.
Eliminar la cal de los grifos
Si tienes manchas de cal o restos de jabón en los grifos, puedes eliminarlas con un paño empapado en vinagre o alcohol. También puedes espolvorear un poco de harina en el grifo y luego limpiarlo con un paño.
Otro método eficaz es frotar medio limón directamente sobre la superficie del grifo, que debe estar seca. Si las manchas son especialmente resistentes, utiliza un cepillo de dientes que ya no uses para frotarlas con más fuerza.
Limpiar los aireadores de los grifos
Además de acumularse en la superficie exterior de los grifos, la cal también se acumula en el interior de los aireadores de los grifos. Se suele notar el problema cuando el chorro de agua es menor o no tan fuerte.
Lo mejor es retirarlos y dejarlos en remojo en vinagre durante unas horas. Después, límpialos con un cepillo de dientes, acláralos, sécalos y vuelve a colocarlos.
Manchas en los azulejos
En ellos se acumulan restos de moho y jabón, que con el tiempo pueden adquirir un color oscuro muy antiestético.
En este caso puedes utilizar zumo de limón o vinagre, aplicarlo directamente sobre las manchas y frotar con una esponja. Las manchas saldrán fácilmente.
Manchas en el inodoro
Si el inodoro no se limpia con frecuencia (no basta con una escobilla), la cal, el moho y la suciedad se acumulan en él y pueden adquirir un color amarillento o negro realmente antiestético y embarazoso.
Para limpiar el inodoro, vierte el zumo de un limón y 150 ml de vinagre blanco en un pulverizador. Pulveriza la solución en el interior del inodoro y, al cabo de unos 30 minutos, frótalo con un cepillo. Por último, tira de la cadena.