La sal de Epsom, también conocida como sulfato de magnesio, es un producto natural que se presenta en forma de polvo blanco formado por cristales blancos.
Además de su efecto relajante muscular, también es buena para el jardín. Descubra los beneficios de espolvorear sal de Epsom en su jardín.
Gracias a su alto contenido en magnesio, la sal de Epsom es muy beneficiosa para las plantas. Utilizada en el jardín, pero también en el huerto, permite cuidar las plantas y mantenerlas sanas.
¿Cuáles son los beneficios de utilizar sal de Epsom en el jardín?
La sal de Epsom no sólo es beneficiosa para las plantas del jardín, sino también para las plantas del huerto.
La sal de Epsom mejora la absorción de nutrientes
El sulfato de magnesio mejora la capacidad de las células para absorber minerales del suelo beneficiosos para su correcto crecimiento, como el nitrógeno, el azufre o el fósforo.
Este nutriente natural también ayuda a las plantas a absorber mejor la clorofila, un pigmento vegetal que compone las plantas, y les permite captar mejor la luz. Y eso no es todo.
La sal de Epsom también fortalece las raíces de las plantas y acelera su regeneración. Esto hace que las plantas sean más fuertes y vigorosas. También puede utilizar la sal de Epsom como fertilizante natural, especialmente en suelos con bajo contenido en azufre y magnesio.
Basta con espolvorear una taza de este producto natural por cada 10 metros cuadrados de tierra. Remueva bien la tierra antes de plantar o sembrar sus plantas.
En contacto con el agua, la sal de Epsom libera sulfato y magnesio, que son absorbidos por las plantas.
Sal de Epsom contra los parásitos
La sal de Epsom es una alternativa natural para controlar las plagas que atacan a tus plantas sin necesidad de utilizar pesticidas químicos.
Para repeler gasterópodos como babosas y caracoles, basta con espolvorear un poco de sal de Epsom alrededor de la base de las plantas. Los cristales de sulfato de magnesio de la sal de Epsom irritan el cuerpo de las plagas que atacan a tus plantas.
Para eliminar las plagas de insectos, puedes diluir sal de Epsom en agua y pulverizar la solución sobre las hojas de las plantas infestadas.
Sal de Epsom para mejorar la germinación de las semillas.
La sal de Epsom es conocida por favorecer la germinación de las semillas. Fortalece las paredes celulares y les proporciona energía suficiente para crecer.
Esto hace que las plantas jóvenes sean más numerosas y resistentes. Además, las semillas pierden azufre durante el proceso de germinación. El uso de sal de Epsom compensa estas pérdidas.
Para ello, diluye una cucharada de sal de Epsom en 4 litros de agua y riega tus plantones con esta solución. También puedes añadir una cucharada de sal de Epsom al fondo de cada hoyo de siembra. Este truco puede aplicarse a los plantones una vez al mes durante la fase de crecimiento.
Sal de Epsom para mejorar el sabor de frutas y verduras
La sal de Epsom hace que la fruta sea más dulce al aumentar el contenido de clorofila en las células del frutal.
Para ello, diluya una cucharada en 4 litros de agua y aplique esta solución a las raíces de los árboles frutales, así como a las vides o los nogales, todos los meses durante la fase de crecimiento vegetativo.
En cuanto a las hortalizas, la sal de Epsom es especialmente adecuada para tomates y pimientos. Como los tomates suelen sufrir de falta de magnesio y calcio, es aconsejable alimentarlos con sales de Epsom con más frecuencia que otras plantas.
Para ello, basta con regarlos cada quince días con una solución de agua y sales de Epsom. Así obtendrá tomates más sabrosos. Lo mismo ocurre con los pimientos, que deben regarse con sal de Epsom cada quince días para obtener una cosecha más abundante.
No obstante, la sal de Epsom es un aliado para las plantas de su jardín y huerto. Además de alimentar y enriquecer la tierra con magnesio y sulfato, se eliminan los insectos parásitos y se consigue una cosecha de mejor calidad.